Esta alteración se localiza en la masa muscular profunda de los miembros posteriores de las canales con gran contenido graso y se relaciona directamente con la presencia de Clostridium o por el Bacillus megatherium.
Es determinante un buen control de temperatura para evitar el hueso hediondo en los bovinos, una refrigeración rápida impide fácilmente su aparición pero si una canal se mantiene a 22 grados centígrados durante 24 horas está en las condiciones ideales para sufrir de esta alteración.
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